El poder de una cosa buena al día
Recientemente recibí una carta de una persona muy querida, una de mis clientes originales de Life Blends pero que ahora vive en California. Más que hacerme una pregunta, me deleitó con un testimonio de experiencias y fortalezas. Y me pareció tan interesante todo lo que me escribió que con su autorización he decidido compartirla.
Querido Rafael:
Cuando se trata de superación personal, a menudo nos sentimos presionados a hacer grandes cambios. Esto es especialmente cierto con nuestra salud, ya que la mala salud afecta todos los aspectos de nuestra vida, haciéndonos desear una transformación rápida. Lo irónico es que los cambios drásticos rara vez funcionan.
Por suerte, podemos experimentar cambios duraderos en nuestro bienestar sin tener que reestructurar completamente nuestra vida.
Mi lema es hacer una cosa buena al día. Es un conocido proverbio antiguo que significa que cuando somos constantes en nuestras acciones positivas, por pequeñas que sean, podemos crear un impacto duradero tanto en nosotros mismos como en el mundo que nos rodea.
Porque puede que no lo notemos, pero nuestros hábitos diarios tienen el poder de moldear la mayor parte de quiénes somos y en qué tipo de persona nos convertimos. Una cosa buena al día.
Mis mejores hábitos diarios sencillos son:
- Hacer la cama. Hay algo tan satisfactorio en hacer la cama que ayuda a marcar la pauta para el resto del día. Subirme a una cama hecha al final del día también es una forma maravillosa de preparar mi mente para dormir.
- Aire fresco. Es mucho más fácil cuando hace buen tiempo, pero incluso cuando hace mal tiempo, al menos me acostumbro a abrir la ventana un rato. Reconecta con los sentidos (olores, sonidos, sensaciones) de una forma que me transporta inmediatamente al momento presente.
- Come algo saludable. Cada vez me resulta más evidente que mi intestino es como un ser vivo. Lo veo como una mascota querida y quiero que esté feliz y sano. También le doy comida deliciosa, pero en definitiva quiero que prospere, así que me aseguro de comer al menos una comida nutritiva a lo largo del día. Si no es una comida, al menos una verdura o fruta.
- Mueve el cuerpo. No tiene que ser un entrenamiento completo, pero si noto que no he salido de casa en todo el día, puedo aprovechar para dar un paseo, estirarme o hacer algo que mueva el cuerpo durante 10 minutos. Rara vez me arrepiento de un buen paseo o estiramiento.
- Conecta con alguien. Algunos días me consiento con un día entero de conversación con un ser querido, pero otros sigo adoptando el hábito de conectar con alguien más: un buenos día a un empacador del supermercado, gracias a alguien que me abrió la puerta o una breve llamada telefónica con un amigo. Conectar con los demás es fundamental.
Al ser conscientes de nuestros hábitos diarios, podemos construir y sentar unas bases sólidas para aquello que realmente da sentido a nuestras vidas, ya sea el tiempo con la familia, viajar, una pasión o cualquier otra cosa.
Una rutina saludable de hábitos diarios sencillos puede tener un gran impacto en nuestro bienestar físico y mental con el tiempo. No solo puede mejorar nuestra calidad de vida, sino que a menudo nos genera una sensación de logro y confianza que puede extenderse a otras áreas de nuestra vida.
Solo una cosa buena al día.
Saludos, Nataly
Como ven, muy interesante y muy inspiradora.
Más cartas y preguntas al email lifeblends@gmail.com