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ELLA

Rafael Carles

Durante mi visita reciente a Inglaterra, conocimos a una persona que no tenía idea que existía. Ella Woodward, una confesa adversaria de los alimentos procesados, fue golpeada en 2011 por una enfermedad rara que ataca el sistema nervioso y que la mandó a cama por casi dos años, y que luego le sirvieron para revolucionar su vida y curarse a través de una alimentación saludable.

La encontramos abrazada a un estilo de vida totalmente vegetariano y triunfalista de haber vencido una enfermedad dolorosa llamada síndrome de taquicardia postural, o POTS, que atrofia todos los procesos que suceden de manera automática en el cuerpo: latido del corazón, digestión, circulación y sistema inmunológico. No podía caminar, dormía 16 horas al día, padecía dolores crónicos todo el día, tenía apagones mentales, interminables palpitaciones del corazón, problemas de estómago, insoportables dolores de cabeza - y la lista puede continuar.

Ella, que ahora vive en Liverpool, estuvo postrada en cama por más de 18 meses y le recetaron cientos de medicamentos y esteroides convencionales pero sin ninguna mejoría, razón por la que decidió cambiar su estilo de alimentación. Investigó sobre la curación natural con alimentos y dejó la azúcar refinada, las harinas con gluten, productos lácteos y cárnicos, y todos los alimentos procesados o refinados.

Cualquiera que vive de Ben & Jerry, galletas Oreo, caramelo Cadbury, mantequilla de maní y mermelada de fresa, sabe que cambiar su dieta puede resultar aterrador. Pero Ella entendió que no tenía otra escaqatoria. Al cabo de pocos meses de comer saludable, desaparecieron los dolores, se desprendió de todas las medicinas y comenzó a sentirse absolutamente increíble.

La salud de Ella progresó y por eso decidió compartir su experiencia a través de un blog llamado “Delicious Ella”, que al poco tiempo llegó a más de 80 mil seguidores en Instagram. Ella actualmente estudia Nutrición y ha publicado exitosamente dos libros de recetas que están accesibles en su plataforma digital. Según Ella, su interés no es hacer dinero sino servir de inspiración a las miles de personas que yacen postradas en cama por enfermedades y que al final se pueden curar al adoptar estilos saludables de consumo.

Desde que la escuché hablando sobre su vida, me identifiqué inmediatamente, en especial cuando mencionó que inicia su día con jugos verdes porque le sirven de disparador de energía para el resto del día. Pero lo que más resonó en la audiencia fue cuando señaló que sus médicos, aquellos que la dosificaron masivamente u por meses con tandas y tandas de medicamentos y nunca vieron avances ni mejoría, hoy día han quedado tan impresionado con su progreso que están tratando de establecer protocolos y juicios sobre la base de su dieta para aplicarlas a enfermos similares.