Desde hace un mes estamos mi esposa y yo a cargo de la cocina de la casa. Antes teníamos un chef que venía en las mañana, cocinaba y cooperaba con la cocina… pero no siempre resultaba como queríamos, sobre todo porque soy muy obsesivo y compulsivo con los temas de la comida. Y para estar más tranquilos, decidimos encargarnos de la mecánica y dinámica de todo lo que se compra, prepara y cocina en la casa. ¡Y estamos felices!
Como ustedes saben, uno de los principios fundamentales de mi filosofía de vida es que la comida es mi medicina. Yo creo en las propiedades curativas de los alimentos y soy un creyente que al comer bien, con alimentos enteros y naturales, se puede mejorar la salud y prevenir las enfermedades precisamente por su valor nutricional y terapéutico. Y si hay un área donde esto tiene mayor relevancia es en las especias y hierbas que se utilizan en la preparación de la comida.
Las hierbas y especias han sido la clave por miles de año para cocinar y curar enfermedades. Y lo importante es tenerlas a mano en la cocina, y siempre que estén frescas.
Para nosotros, las cinco especias que nunca faltan en nuestra cocina son:
1. Cúrcuma: ideal para tés, jugos y sopas, y además excelente para colorear el arroz.
2. Albahaca: es un alimento básico en la mayoría de las salsas italianas, pero también es excelente en ensaladas.
3. Cayena: solo agregar una pizca a la comida porque es una pimienta poderosa. Ideal para salsas, jugos verdes y para darle un “kick” a la carne o el pollo.
4. Ajo: se puede comer crudo o cocinado en una variedad de formas, incluyendo salteado, frito y horneado, incluido en puré de papa, asado de vegetales o sofrito en salsas.
5. Jengibre: tiene una multitud de formas de uso, desde té curativo y jugos verdes hasta productos horneados, incluyendo acompañamientos de comidas en escabeche, mermeladas dulces y condimentos salteados.
Consideramos que beber jengibre con agua o en un jugo es una excelente manera de empezar el día.
Bueno, ya lo saben. Una pizca de especia hace la diferencia en el plato. ¡Buen provecho!