Muchas personas se nos han acercado en infinidades de ocasión para preguntar si existe alguna compatibilidad honesta entre el trabajo de los científicos, investigadores y médicos, con los que hacen nuestras autoridades de salud y nuestros funcionarios electos en el mejoramiento del bien público y la promoción del bienestar.
Cuando estudiaba en la universidad en los años 70, era la época de la torre de marfil, donde los científicos hacían ciencia y los políticos la utilizaban para avanzar sus agendas sociales específicas. Eso es lo que solía suceder hace 40-50 años y por muchas razones se ha dejado de hacer, principalmente por motivos de dinero como los sonados casos de coimas a funcionarios que ignoraban la ciencia verdadera y la volteaban para beneficio de alguna industria particular. Jeremiah Stamler, el padre de la epidemiología cardiovascular, dijo una vez: “si un científico no está dispuesto a seguir sus datos en la arena política, ¿quién lo hará?” Esa cita implica un compromiso personal ineludible y una defensa impecable de la alimentación saludable. Por eso, nos tomamos muy personalmente la declaración hecha en el Foro de Salud Pública de Nueva York el año pasado que dice, “todos los cambios de salud públicos importantes involucran y requieren el uso sincero de la ley”.
Por eso creemos que lo que hacemos en Life Blends es algo extraordinario. Por eso seguimos con los mismos principios con que iniciamos en 2005. Por eso nos esforzamos el año pasado para lograr un post grado en salud pública para entender mejor cómo funciona la ley dentro de los límites de la razón y los intereses particulares. Por eso participamos diariamente en la creación de opinión y generación de ideas para mejorar la salud de la población. Y por eso estamos buscando mecanismos para crear leyes, decretos y normas que ayuden a solucionar los problemas nacionales de obesidad, diabetes, hígado graso, problemas cardiovasculares y síndrome metabólico.
Y está funcionando. Porque cada día hay más gente involucrada local y mundialmente en estas actividades. Cada día recibimos más recursos de instituciones como la Organización Mundial de salud, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Y cada día tenemos más apoyo de expertos como Michael Bloomberg, John Robbins, Mark Bittman, Mark Hyman, Michael Pollan y Marion Nestle, entre otros. Sin duda, estamos creando una revolución alimentaria, una política alimentaria mundial que generará beneficios para toda la humanidad.