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JUNTOS PODEMOS HACER LO QUE SOLO NO PUDIMOS NI JAMÁS PODREMOS

Rafael Carles

Una querida amiga compartió recientemente un artículo desgarrador del New York Times, titulado "Cómo el aislamiento social nos está matando". Como muchos saben, algunas de las claves más efectivas para vivir feliz y mejor son cosas relacionadas con las relaciones y la comunidad.

Por eso quisiera compartir con ustedes alguno de los aspectos destacados del artículo:

  • El aislamiento social es una epidemia creciente, cada vez más reconocida por sus graves consecuencias físicas, mentales y emocionales. Desde la década de 1980, el porcentaje de adultos estadounidenses que dicen estar solos se ha duplicado del 20 al 40 por ciento.
  • Una ola de nuevas investigaciones sugiere que la separación social es perjudicial para las personas. Aquellas con menos conexión social han interrumpido los patrones de sueño, tienen el sistema inmunológico alterado, tienen más inflamación y mayores niveles de hormonas del estrés. Un estudio reciente encontró que el aislamiento aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca en un 29 por ciento y el accidente cerebrovascular en un 32 por ciento.
  • Otro análisis que reunió datos de 70 estudios y 4.5 millones de personas encontró que los individuos socialmente aislados tenían un 30 por ciento más de riesgo de morir en los próximos siete años, y que este efecto fue mayor en la mediana edad.
  • La soledad puede acelerar el deterioro cognitivo en adultos mayores, y los individuos aislados tienen el doble de probabilidades de morir prematuramente que aquellos con interacciones sociales más fuertes.
  • Estos efectos comienzan temprano: los niños socialmente aislados tienen una salud significativamente peor 20 años después, incluso después de controlar por otros factores. En total, la soledad es un factor de riesgo tan importante para la muerte prematura como la obesidad y el tabaquismo.

Siento que fue muy oportuno que hace cinco años un grupo pequeño de compañeros de escuela nos reunimos para integrar y conectar al resto de los cien y tantos que nos graduamos del Colegio Javier en 1975. No solamente hicimos una gran fiesta conmemorativa de los 40 años sino que desde entonces nos hemos reunido por lo menos tres o cuatro veces más por año para interactuar y compartir. Incluso recientemente realizamos un torneo de golf en que algunos participantes nunca en su vida habían agarrado un bate de golf. Lo que contó al final fue que todos nos divertimos en un espacio de entretenimiento y amistad. Sin duda que la herramienta del WhatsApp ha ayudado al grupo a estar más conectado y compartir cosas del momento y del pasado. Además nos ha permitido conocer en tiempo real los acontecimientos de aquellos que viven y trabajan en el exterior. Luego de estos años de estar en permanente sintonía, pienso que todos nos hemos dado cuenta de la importancia de estar conectados para nuestro propio bienestar y el de los demás, lo cual nos motiva a estar ahora más comprometido a mantenernos juntos entre sí en una comunidad auténtica de la misma forma en que solían vivir las tribus en el pasado.