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La dimensión social de la actividad física

Rafael Carles

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¿Qué importancia tienen los amigos en la elaboración y ejecución de un plan de actividad física? Aunque la respuesta es obvia, la investigación científica nos lo reitera.

Un estudio reciente sugiere que es fundamental. Ensela Mema y sus colegas desarrollaron un modelo matemático para estimar las influencias sociales y no sociales sobre la actividad física en la población. Descubrieron que las influencias sociales eran fundamentales para mantener la actividad física o reducir las actividades sedentarias. Los autores explican: “La ausencia total de influencias sociales dio como resultado un dominio a largo plazo del comportamiento sedentario y una disminución de las poblaciones físicamente activas. Las interacciones sociales entre las poblaciones sedentarias y moderadamente activas fueron el parámetro social más importante que influyó en las poblaciones poco activas para volverse y permanecer físicamente activas. Por otro lado, las interacciones sociales que alentaron a las personas moderadamente activas a volverse sedentarias llevaron a la persistencia del ejercicio a la extinción”.

Vale la pena señalar que los conocimientos de este estudio provienen de una población especial. Los autores se basaron en los datos de rendimiento físico de la Academia Militar de los Estados Unidos para sus observaciones. Explicaron esto como una limitación importante porque la población de la academia es un ambiente cerrado y muy activo. Es posible que no refleje otros entornos militares o civiles. No obstante, [estos hallazgos] (https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0277953601001502?via%3Dihub)

se alinean razonablemente bien con un estudio anterior del 2002 sobre los determinantes individuales, sociales y del entorno físico de la actividad física. Billie Giles-Corti y Robert Donovan examinaron estos factores en 1803 adultos que trabajaban en Perth, Australia y descubrieron que los factores sociales casi podían cuadruplicar las probabilidades de que una persona cumpliera con las recomendaciones de actividad física. Resumieron sus hallazgos: “En general, los resultados sugieren que la probabilidad de hacer ejercicio como se recomienda aumentó en gran medida en aquellos con factores individuales positivos y un entorno social positivo propicio para hacer ejercicio. Un entorno físico de apoyo medido por este estudio tuvo una influencia significativa, pero más moderada”.

Ciertamente, las personas son muy diversas en sus necesidades de interacción social. Pero sin duda, somos criaturas sociales y hemos aprendido mucho sobre esta dimensión de nosotros mismos con una pandemia que nos aisló por un tiempo insoportablemente largo. Tanto los factores individuales como el entorno físico son importantes para mantenernos activos. Pero los estudios nos dicen que la dimensión social de la actividad física es súper importante.