Panamá Frente a la Crisis AlimentariaUna persona vinculada con el nuevo gobierno y que prefiero mantener en reserva, me escribió para preguntarme si estaría interesado en moderar un foro alimentario para funcionarios del MINSA y diputados de la Asamblea Nacional, luego que leyera mi artículo publicado el domingo 7 de julio en La Estrella de Panamá. Por supuesto que sería interesante moderar un foro para funcionarios y diputados para abordar temas puntuales relacionados con el hambre, la nutrición y la agricultura local. Pero por supuesto yo tendría que poner algunas condiciones. Por ejemplo, traería a dos o tres panelistas para expresar posiciones diversas sobre cómo la producción y el consumo de alimentos afectan la salud pública y cómo los líderes políticos pueden usar su autoridad para mejorar el sistema alimentario. Las cuestiones alimentarias se han vuelto lo suficientemente prominentes como para que los políticos se den cuenta y tomen nota. La audiencia consistiría de no menos de quinientas personas y trataría de llenar todo el auditorio del Centro de Convenciones Atlapa, así como dos salas adicionales para realizar reuniones especiales. También coordinaría con los canales de televisión para transmitir el foro en vivo o en línea. Cuando alguien me escribe para invitarme a moderar un foro alimentario, apenas puedo creer lo que hemos logrado en estos últimos años. Sabemos que como pioneros del movimiento alimentario en Panamá, mi nombre siempre suena para este tipo de eventos. Sobre todo si en los mismos los organizadores están dispuestos abordar temas polémicos para mejorar la asistencia alimentaria, el acceso a los alimentos, las condiciones laborales, la agricultura local, los sistemas alimentarios y la salud pública. Sin duda, la lista de los invitados incluiría a todas las organizaciones de la sociedad civil vinculadas con la alimentación: Cámaras de Comercio, Sindicato de Industriales, Asociaciones de Supermercados, etc. Igualmente, me aseguraría de guardarle espacio para que se sienten los representantes de ACODECO, MEDUCA, Municipios de todo el país, MIDA, Cadena de Frío, etc. La primera pregunta que haría los panelistas al público sería dónde compran su comida. Esta puede parecer una pregunta ingenua, pero seguro provocará una respuesta sorprendentemente reflexiva que abordaría cuestiones delicadas de ingresos y clases. Las preguntas específicas a los diputados se referirían a qué proyectos de ley están trabajando para resolver problemas del hambre y la inseguridad alimentaria, el acceso inadecuado a alimentos saludables, los bajos salarios en los trabajadores del campo, el trato inhumano a los trabajadores de restaurantes y comidas rápidas, la mala calidad de la comida escolar y las altas tasas de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta como son infartos, hipertensión, diabetes tipo 2 y obesidad. Y como estos problemas no son exclusivos de la ciudad capital, se trataría de que estos temas se relacionen con la situación específica del poder adquisitivo de los que trabajan la agricultura y requieren de la economía alimentaria para su subsistencia. Sin querer adelantar conclusiones, pero seguro de saber lo que pasará en un evento de esta envergadura, es que los funcionarios y diputados tendrán que escuchar y tomar en serio las cuestiones alimentarias. Los miembros de los movimientos alimentarios han afirmado anteriormente que se necesita hacer más que aprobar leyes como la del PADE. Es fundamental una mayor intervención en el mercado de alimentos para hacerlos más saludables, regulando el suministro de grasas trans. Los grupos de consumidores se han unido para crear conciencia y trasladar ese poder ciudadano en un verdadero movimiento político real. Ojalá algún día se pueda organizar un foro de esta magnitud. Sería un primer paso en mejorar la salud pública y prevenir las enfermedades. Y sobre todo demostraría que los movimientos alimentarios pueden tener poder político. Sería realmente asombroso, algo histórico y un punto de inflexión para el país. Sería la primera vez que instituciones importantes del Estado, gremios, asociaciones y organizaciones diversas de la sociedad civil se unirían para inducir a funcionarios y diputados a aceptar responsabilidades y obligarlos a responder preguntas sobre temas de interés público como es la alimentación. No se me ocurre una mejor idea para que los grupos de defensa de los alimentos unan fuerzas y trabajen colectivamente para lograr objetivos comunes del sistema alimentario. Si tiene alguna otra pregunta, no dude en escribir a lifeblends@gmail.com |