En un anuncio de página entera en el New York Times del 27 de junio, Tyson Foods anuncia su nueva marca de pollos criados y procesados sin antibióticos, los cuales se comercializan como "100% Pollo Totalmente Natural Criado Sin Antibióticos, Sin Hormonas Ni Ingredientes Artificiales".
Tyson merece un aplauso por tomar un paso importante hacia una mejor seguridad alimentaria. El uso de antibióticos como promotores del crecimiento aumenta las tasas de crecimiento de pollo en un 10%, pero el uso no terapéutico de estos fármacos afecta la salud publica al aumentar la resistencia de las bacterias del pollo a los antibióticos. Las bacterias resistentes pueden propagarse a los trabajadores avícolas, sus familias y más allá, lo que significa que si las bacterias hacen que la gente se enferme, los antibióticos serán inútiles como tratamiento. Tyson es una empresa multinacional que vende más de $40 millones de dólares en carne de res, pollo y cerdo al año. Si logra de verdad eliminar los antibióticos no terapéuticos como acaba de anunciarlo en el Times, seguramente otras empresas pueden animarse a hacer lo mismo.
El anuncio implica que Tyson no eliminará los antibióticos del 100% de su producción de pollos, que sin duda es la gran mayoría y se seguirá produciendo de forma tradicional con antibióticos. En cuanto a las hormonas, sabemos que en los Estados Unidos las regulaciones federales prohíben el uso de hormonas en el pollo y desde hace varios años los pollos no son tratados con hormonas. Algo que es importante que nuestras autoridades tomen nota para que legislen también en ese sentido.
Y finalmente, la referencia a "100% Pollo Totalmente Natural" significa simplemente que el pollo no tiene ingredientes artificiales y se procesa mínimamente. Por supuesto, esto no significa que el pollo es orgánico ni que los pollos fueron criados en condiciones humanas, un problema que hemos resaltado en varios artículos y que en lo particular está afectando negativamente la forma en que nuestra comida es producida. Ojalá las grandes corporaciones de alimentos entiendan que la alimentación debe ser un asunto sostenible, no sólo en lo ambiental sino también en los moral y ético.
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