Nunca es tarde cuando las intenciones son buenas
Mi respuesta es que nunca es tarde para empezar. Por supuesto, esto varía dependiendo de diferentes estados de enfermedad y diferentes condiciones. Pero yo he visto cosas tan asombrosas que realmente a nadie le aconsejaría que se dé por vencido. Por ejemplo, conozco un caso de una persona de 80 años que se recuperó de una diabetes que requería entre 60 y 70 unidades de insulina al día. Igualmente, conozco una señora de + 60 años que tenía linfoma no Hodgkin en etapa 4 y mejoró por completo sin usar tratamiento excepto un protocolo dietético anticancerígeno.
También he visto casos de artritis y otras enfermedades graves y fibromialgia, incluso en personas mayores con dolor crónico, mejorar. Hace poco tuve una persona en mi oficina a la que le dijeron que necesitaba una cirugía bilateral del túnel carpiano porque ya no podía mover las manos para vestirse y cuidarse. Y le dije que intentara una segunda opinión con un médico alternativo. Y luego de un mes consumiendo hojas verdes y raíces, sus manos recuperaron su movilidad. Y todo sin cirugía y después que sus médicos convencionales le habían dicho que no había forma de que mejorará.
Estos días se escucha mucho acerca de los beneficios de comer saludable. Y no es una exageración cuando se dice que las plantas de hojas verdes hacen milagros. Hay un estudio en particular que muestra que los vegetales de hojas verdes tienen la mayor capacidad para proteger y revertir enfermedades de todo tipo. Desde el cáncer de mama y el cáncer de próstata hasta la demencia y enfermedades cardíacas (Ver estudio).
Sin duda, la ingesta de plantas de hojas verdes es fundamental para promover y mantener la salud. Por eso, nunca debe faltar en su mesa los vegetales berro, acelgas, col rizada (kale), espinacas, endivias, achicoria (radicchio) y rúcula (arugula).