Por qué sigo tomando duchas frías después de tantos años
La pregunta de hoy está relacionada con los beneficios de las duchas frías. ¿Existe algo de ciencia detrás de tomar baños con agua fría?
Las duchas frías no son un concepto nuevo y, de hecho, su popularidad ha ido disminuyendo en los últimos años. Como científico e investigador, admito que la ciencia sobre las duchas frías es bastante poco convincente. Sin embargo, como ávido aventurero, es uno de los pocos hábitos —tras docenas de experimentos con ejercicios, suplementos y hábitos— que me han acompañado a lo largo de toda mi vida.
Siempre he tenido una energía desproporcionada .Algunos me conocen por lo incansable que soy. Suelo aprovechar esa energía al máximo. Fui futbolista de competición en mi juventud y sigo dedicando mis días al hiking, golfing y senderismo, aunque dejé de competir en fútbol hace muchos años. No había nada que me gustara más que jugar 90 minutos y sentir el dolor y el cansancio de jugar un partido completo.
Así que conozco perfectamente sobre el proceso de recuperación con hielo y la práctica de las duchas frías. Incluso, cuando viajo, no hay nada mejor que zambullirse en una piscina, lago, río o mar de agua helada.
Existe poca investigación disponible sobre las duchas frías, pero aquí hay un resumen de algunos de los hallazgos más destacados:
1. Alivia la depresión
2. Mejora el sistema inmunitario
3. Promueve la recuperación muscular
4. Mejora la circulación
5. Mejora el sueño
Ciertamente, ducharse con agua fría no es fácil. Entrar y quedarse es un problema. Pero una vez termina, sabes que valió la pena. Para eso, es mejor empezar con agua tibia. Ir poco a poco es una sensación placentera y ayuda a reforzar el hábito.
Es importante también evitar comidas pesadas justo antes de ducharte. Uno de los efectos del frío es que tu cuerpo intentará que la sangre circule más rápido para regular la temperatura corporal. Esto es bueno. Sin embargo, comer mucho antes, impide una circulación efectiva, ya que parte del flujo sanguíneo se dirige al proceso digestivo.
Lo más sorprendente de ducharse con agua fría es que, una vez lo pruebes, tu cuerpo te lo pide. Creo firmemente que el cuerpo tiene la capacidad de sanar y reequilibrarse. Creará un ciclo natural de retroalimentación para todo lo que le sea beneficioso. Así que, si después de unos días sigues teniendo dificultades, recuerda que no solo será más fácil, sino que tu cuerpo empezará a desearlo.
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