news

SIN-ALCOHOL ES LA TENDENCIA

Rafael Carles

Las bebidas no alcohólicas, que por supuesto incluyen los jugos de frutas naturales, están transformando las barras de restaurantes, cafeterías y cantinas. Las opciones para beber ya no sólo están circunscritas ahora a whisky, ron, vodka, vinos y cerveza, sino que ahora más que nunca existen alternativas que van desde una limonada con jengibre y té frío de hibisco con pepino hasta un licuado de menta con piña y un batido de carbón activado con cúrcuma.

Para aquellos que no liban, que no están tomando alcohol en este momento o que tal vez bebieron demasiado la noche anterior, una bebida no alcohólica hecha con sabores equilibrados, no solamente puede calmar la sed sino también ofrecer propiedades que hasta ahora eran exclusivas de elixires y tónicos. Hoy día, el consumo de aguas chispeantes y jugos naturales está causando una revolución dentro del mundo de las bebidas.

Por un lado, las bebidas no alcohólicas llenan un vacío para muchos que anhelaban las notas crujientes y complejas de un vino o un cóctel, pero no necesariamente querían el contenido de alcohol o la pesadez que hace que algunas bebidas sean un desafío en un día caluroso o de trabajo arduo. Y por otro, las bebidas no alcohólicas están recibiendo la misma atención que los cócteles o una carta de vinos en muchos restaurantes por la tendencia mundial hacia la salud. Hace unos días, encontré un menú que ofrecía un trago a base de jugo de toronja y zanahoria, adornado con un arbusto de hinojo y kale.

Pero no siempre tenemos que ser sofisticados. Piense por ejemplo en el jugo Piña-Menta de Life Blends, que no solamente tiene un delicioso sabor que encanta a grandes y chicos, sino también que es altamente nutritivo y puede mezclase en una licuadora con hielo y convertirlo en un “frosty” adornado con cerezas y limón. O también el jugo Calypso Royale que consiste de naranja, piña, limón, remolacha, manzana y jengibre, y puede convertirse en “frosty” o paleta para consumo de niños. En cualquier caso, son una opción nutritiva y saludable, sin azúcar ni aditivos artificiales.

Definitivamente que la mala imagen que causan las sodas y demás bebidas azucaradas ha permitido que el agua mineral también ingrese en la palestra con ingredientes que imiten la efervescencia y los matices de las bebidas carbonatadas. Y aquí es donde nadie le gana al jengibre en combinación con agua tónica o té fríos.

Por tanto, cuando quiera construir su propio cóctel, tome en cuenta que las frutas y los vegetales son la tendencia y es lo que está de moda. Comience con sabores asertivos y complejos: piense en un limón entero y ácido mezclado con una pizca de sal o en un té de hibisco floral realzado con vinagre de sidra de manzana funky y fermentado. Luego, cubra con algo burbujeante y refrescante, ya sea agua tónica botánica o agua gaseosa con gas y jengibre. Al final, tendrá un trago que cumple con múltiples propósitos: zacear la sed, deleitar el paladar y nutrir el cuerpo, algo que no necesariamente cumplen a cabalidad las bebidas alcohólicas tradicionales.