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UN CLARO EJEMPLO

Rafael Carles

Un claro ejemplo de lo que debemos trabajar en materia de salud pública.

Recibí ayer copia de la tesis de graduación de Héctor de León, estudiante de Medicina en la Escuela de Nutrición de la Universidad de Panamá, quien decidió el año pasado determinar el consumo de azúcares simples en adolescentes entre 11 y 15 años de edad en tres colegios públicos del distrito de Chepo.

El estudio midió una sola variable: la cantidad de azúcares simples. Igualmente, el estudio se basa en información científica que tipifica el consumo de azúcar como bajo si es igual o menor a 50 g, alto si es entre 51g y 124g, y excesivo si es igual o mayor a 125g.

La muestra fue de 250 estudiantes de séptimo a noveno grado y seleccionada aleatoriamente. Se solicitaron permisos en el Ministerio de Educación (MEDUCA) para hacer visitas a los kioscos y comedores escolares y para aplicar un recordatorio de 24 horas. Se habló con el director y subdirectores encargados de los colegios, se les explicó el propósito del estudio y en cada colegio se seleccionó a un profesor de apoyo para establecer comunicación con los involucrados en el estudio. Se aseguró la confidencialidad de la información de cada estudiante y no se tomó en cuenta la identidad de los participantes.

Al analizar los resultados, se observó que 76% del total de participantes tiene un consumo excesivo de azúcares simples, lo que representa ¾ de la población total encuestada.

El grupo de alimentos que mayor cantidad de azúcar simple aporta a la dieta diaria de los estudiantes es el de las bebidas azucaradas: 46% tenía consumo excesivo y otro 46% tenía un consumo alto dentro de este grupo de alimentos en específico.

El promedio de azúcar simple ingerido diariamente fue de 193.6g, el consumo mínimo fue de 41.3g y el consumo máximo de 461.1g, sin encontrar diferencias significativas por sexo.

Para el grupo bebidas azucaradas, el promedio fue de 127.6g, el consumo mínimo fue de 19.3g y el máximo de 317.7g.

Tanto hombres como mujeres presentan resultados muy similares en cada uno de los tipos de consumo. El mayor consumo de azúcares se da en estudiantes de 13 años con un 90% marcando un consumo excesivo. Importante mencionar que en todos los grupos de edad y en todas las escuelas, el consumo excesivo de azúcares simples sobrepasa el 65% del total de participantes. El consumo de azúcares simples según nivel educativo se dio en mayor porcentaje en estudiantes de octavo (8vo) grado con un 81%.

Se logró conocer la frecuencia de consumo de los alimentos fuentes de azúcar de acuerdo a cada alimento identificado individualmente en el instrumento de recolección de la información. Los resultados indican un consumo igual o superior a tres veces a la semana de cada alimento. Se encontró que el 14% del total de participantes consumen más de cinco bebidas endulzadas con azúcar diariamente, lo que representa un aproximado de 200g/día de azúcar simple, los cuales aportan 800 kcal/día. Otro aspecto a mencionar es que el 100% de los participantes toma alguna bebida endulzada con azúcares simples diariamente.

Hablando específicamente de la soda, que es la bebida azucarada con azúcares simples más consumida por los estudiantes, se observó que el 92% toma al menos una bebida de este tipo a la semana.

Conclusión: La investigación realizada nos deja ver claramente que todos los días un grupo importante de la población panameña como son los estudiantes adolescentes está consumiendo en promedio aproximadamente 193.6g de azúcares simples, es decir 39 cucharaditas de azúcar; de los cuales en promedio 127.6g provienen de bebidas, es decir 25 cucharaditas de azúcar. En otras palabras, el 66% del consumo de azúcar simple de este grupo de la población es aportado por bebidas endulzadas con azúcar, lo cual no solo debe considerarse un exceso, sino un abuso en el consumo de este tipo de alimentos.