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UNA VIDA APASIONADA

Rafael Carles

Mi pasión es compartir información terapéutica y curativa de los alimentos. En mi temprana edad, tuve una crisis personal de salud. Además de consumir en mi juventud la dieta estándar estadounidense y las drogas típicas estadounidenses, no sabía nada sobre nutrición. Al graduarme de la universidad, ingresé a trabajar en la industria química, primero en una petrolera y luego en una fábrica de pintura, con muchos solventes y químicos que hoy están en listas de prohibidos por su toxicidad. A la edad de 30 años, estaba en un estado de salud muy triste, totalmente intoxicado, con dolores crónicos en los huesos, vías respiratorias inflamadas y colesterol alto. En algún momento me dije: "Rafael, esta vida parece no ser la correcta y quizás sea el momento de hacer algo por tí".

Hay que recordar que crecí en los años 60 y 70, y nadie conectaba la comida a la enfermedad. De hecho, se consideraba una teoría de conspiración y era algo absurdo sugerir que lo que comes determina la salud. Podían fácilmente tildarte de curandero o hierbero. Los médicos de entonces solo pensaban que existían tres bloques de alimentos y nadie hablaba siquiera de vitaminas, minerales, antioxidantes y enzimas. También pensaban que el azúcar era lo mismo que un batido de papaya fresco y que las calorías son calorías, no importa de dónde vengan. Entonces, con ese planteamiento era fácil entender por qué la gente comía alimentos procesados y cada vez había más enfermedades.

Con muchos problemas de salud, finalmente comencé a leer, investigar y aprender sobre nutrición, y encontré un universo completamente nuevo de información sobre curación natural, nutrición natural y prevención de enfermedades. Así es como empecé y así es como desde entonces comparto información con las personas para ayudar a sanar, prevenir y revertir enfermedades. En ese proceso, hace más de treinta años inicié a preparar jugos naturales en la cocina de mí casa, usando conocimientos de ingeniería, química y nutrición para enriquecerlos y hacerlos más poderosos. Me convertí en un científico de jugos y comencé a mirarlos de una manera diferente. Leí el libro de Linus Pauling, "How to Live Better and Longer" que detalla la forma en que los nutrientes interactúan en el cuerpo. Comencé a innovar nuevas técnicas para la extracción de jugos de las frutas y vegetales. Y pensé que ese era el futuro. Renové mis fuerzas y compartí esta información con todos los demás. Creo que al democratizar la ciencia y poner los resultados científicos de los alimentos en manos de la gente común, es posible que puedan tomar decisiones correctas e informadas sobre lo que están comiendo.

Una vez, estando en Londres, llegó a mis manos el Informe Anual 2009 de la revista “The Economist que colocaba a Panamá en el cuarto país del mundo con mayor índice de obesidad. En ese momento, no tenía idea del problema de la obesidad en Panamá y no sabía por qué. Fui entonces a consultar con algunos médicos y amigos políticos y funcionarios, y todos me dijeron que estaba loco, que la obesidad en Panamá no era problema y que el documento de The Economist estaba errado. ¡No podía creerlo! Era irreal escuchar este tipo de argumento, especialmente de personas que supuestamente debían estar preocupados por la salud pública de un país.

Con el tema de la obesidad incisivamente en mi mente, me llegó a mis manos otro libro interesante, "Sugar Busters!", que despertó aún más mi pasión por aprender y compartir información. Inmediatamente, suspendí la compra de sodas y bebidas azucaradas en casa y corté el consumo de dulces y cualquier cosa que tuviera jarabe de maíz alto en fructosa. Y comencé a difundir información sobre el problema. Una vez mis artículos llegaron a hacer mella en el acantilado de la opinión pública y comenzaron a crear consciencia en la población sobre la necesidad de reducir la ingesta de azúcar, grasas saturadas y sal, empezaron las amenazas y respuestas raras de personas afines a la industria de estos productos.

Después de muchos años de comer más sano, mi cerebro ahora funciona mejor. También el cuerpo funciona mejor debido a la nutrición saludable. E incluso cada día veo más personas conscientes sobre la conexión entre la nutrición y la salud. Y en Panamá, a pesar de sus elevadísimas tasas de obesidad y enfermedades no transmisibles, las autoridades ya dan los primeros pasos para asegurar un país más saludable en el futuro. Y eso, sin duda, me apasiona y me llena de satisfacción.